FRANCESCO RISSO

Al frente de Marni desde 2016, Francesco Risso evoca un nuevo renacimiento en el siglo XXI a través de un uso incoherentemente creativo de la narrativa sartorial. Risso destaca por su atención preternatural a los detalles, el legado, el patronaje y la materialidad, que tiende perfectamente un puente entre lo conceptual y lo ponible. El ADN de la artesanía italiana es evidente en cada hilo (con una fuerte dosis del mundo onírico imaginado por Risso). Risso, un diseñador con una infancia fantástica en el mar y una adolescencia impregnada de la subcultura italiana de los años 90, ha reinventado Marni como una marca con una ardiente base de seguidores.  

Risso creció siendo el tímido de una familia ruidosa, y pronto descubrió el diseño de moda como medio para comunicarse con el mundo; un léxico compuesto por cualquier cosa que pudiera rebuscar en los armarios de sus abuelos, invitados o hermanas. Esta rebeldía revelaría un rasgo permanente de su carácter como diseñador. A los dieciséis años huyó a Florencia para estudiar moda en Polimoda. Posteriormente, estudió en el Fashion Institute of Technology de Nueva York y obtuvo un máster en la reconocida Central Saint Martins de Londres. Después de la universidad, Risso trabajó para varios diseñadores, como Anna Molinari en Blumarine, Alessandro Dell’Acqua y Malo, antes de formar parte de Prada en 2006 para trabajar en moda femenina. Diez años después, fue nombrado director creativo de Marni.  

Sin dejar de rendir homenaje a las raíces excéntricas por las que Marni se había convertido en objeto de culto, Risso ha reinventado la moda experimental abordando el diseño como una «gesamtkunstwerk» —una obra de arte total— fusionando teoría, un dominio exquisito de la técnica e inclinaciones naturalistas. Al colaborar con una comunidad internacional de compañeros afines en varios medios, Risso promueve un diálogo entre la moda y las artes, celebrando el momento en el que la prenda se convierte en un lienzo y el lienzo, en una prenda.